viernes, febrero 03, 2012

Otra luz que se apaga...
Luis Javier Garrido.

  1. Parece una mala jugada que hace el destino a este país tan necesitado de personajes de acción comprometidos en serio con el bienestar de su sociedad por el camino de los valores éticos.
  2. Enmedio de uno de los períodos más oscuros y vergonzosos de su historia, desaparecen  los iluminados. Los íntegros y los justos se van para siempre; se apagan de pronto luces que nos alumbran con potencia y nos hacen posible el mirar las cosas como son. Quedan otras que iluminan menos y sobreviven muchas que no alumbran ni madres y que solo engañan al ojo del esnob, del incauto y del papanatas.
La parca parece solazarse mientras se esmera en escoger a los mejores, nos muestra sus dientes amarillos y se burla con una sonora carcajada:  antier se cargó a Monsiváis, ayer a Granados Chapa; ahora a Luis Javier Garrido.
La catrina de Posada se mofa de México y se regodea recordándonos el título del postrer artículo del Maestro en La Jornada, publicado la semana anterior y vuelto a poner en su edición de hoy: Bussiness are bussiness (sic).
Frente al escenario canalla que le tocó alumbrar, una de las pocas y más poderosas antorchas, un referente fundamental de la maltrecha moral nacional se ha desvanecido para los restos.
La conciencia crítica del México actual no será la misma sin su quehacer y su palabra.
Ya nunca encontraremos su luz oxigenada los viernes por la mañana al abrir las páginas del diario, como lo hacíamos desde 1984.
Cuánto nos hará falta. Cuánto lo extrañaremos.

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