Memorable discurso...
Evo Morales "cobra" la deuda a líderes europeos y los hace rabiar.
Así como Luis Britto García en palabras de Guaicaipuro Cuautemoc en 1992, el
Presidente boliviano Evo Morales también cobró la deuda a Europa el 30 de junio
de 2013, en su discurso ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad
Europea.
A su regreso, los gobiernos de España, Francia, Italia y
Portugal le negaron permiso para reabastecer su avión de combustible,
aduciendo que llevaba a un conocido personaje perseguido por el gobierno de
USA, La vergonzante grosería fue un atropello no solo a su dignidad de jefe de
estado, sino al derecho internacional.
Esto fue lo que les dijo; disfruten la lectura:
Aquí pues yo, Evo
Morales, he venido a encontrar a los que celebran el encuentro.
Aquí pues yo,
descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a
encontrar a los que la encontraron hace solo quinientos años.
Aquí pues, nos
encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante.
Nunca tendremos otra
cosa.
El hermano aduanero
europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me
descubrieron.
El hermano usurero
europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a
venderme.
El hermano leguleyo
europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo
seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento.
Yo los voy
descubriendo. También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar
intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre
recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a
San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata
provenientes de América.
¿Saqueo? ¡No lo
creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su
Séptimo Mandamiento.
¿Expoliación?
¡Guárdeme Tonatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la
sangre de su hermano!
¿Genocidio? Eso sería
dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al
encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar
Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización
europea se deben a la inundación de metales preciosos!
¡No! Esos 185 mil
kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el
primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al
desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de
guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, sino la
indemnización por daños y perjuicios.
Yo, Evo Morales,
prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis.
Tan fabulosa
exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan
'MARSHALL-TEZUMA", para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa,
arruinada por sus deplorables guerras contra los
musulmanes, cultores
del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la
civilización.
Por eso, al celebrar
el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿Han hecho los
hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los
fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional?
Deploramos decir que no.
En lo estratégico, lo
dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros
reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar
ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal.
En lo financiero, han
sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el
capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las
materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer
Mundo.
Este deplorable
cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía
subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio
bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente hemos demorado
todos estos siglos en cobrar.
Al decir esto,
aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarle a nuestro hermanos europeos las
viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés que los hermanos
europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo.
Nos limitaremos a exigir la
devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del
10 por ciento, acumulado solo durante los últimos 300 años, con 200 años de
gracia.
Sobre esta base, y
aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los
descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil
kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de
300.
Es decir, un número
para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera
ampliamente el peso total del planeta Tierra.
Muy pesadas son esas
moles de oro y plata. ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?
Aducir que Europa, en
medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese
módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la
demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.
Tales cuestiones
metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.
Pero sí exigimos la
firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo
Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta
privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera,
como primer pago de la deuda histórica...'
Fuente:
http://latribunacolombia.blogspot.mx/2013/07/evo-morales-cobra-la-deuda-europa.html